miércoles, 12 de marzo de 2008

Arpías

Son las 10 de la mañana, me tomo un pequeño break para despejar mi mente, y no puedo; sigo pensando en lo mismo. A ratos estoy tranquila, de repente vuelve el nudo en mi garganta, por lo menos me lo tomé de mejor manera esta vez…

Ayer cuando llegué a mi casa, me senté en la cama de mi mamá mientras veía televisión, y me preguntó “¿Qué te pasa Andrea?”, yo, con una mirada perdida le contesté: “Es que yo no entiendo por que hay gente tan mala”. Si, en verdad no lo entiendo. Cada vez me asusto más de lo que la gente es capaz de hacer, ya sea para herir a alguien, o para conseguir lo que quiere…sobretodo cuando se trata de mis pares, las mujeres.

Estoy orgullosa de pertenecer al sexo femenino (a pesar de que cuando era pequeña, sentía que sería más divertido y más relajado ser hombre) pero en verdad, cada vez quedo más sorprendida de lo cizañeras, “cahuineras”, arpías, mentirosas y perversas que pueden resultar algunas mujeres. No digo que todas, no, porque no todas somos así, muchas de nosotras tienen valores inculcados de chicas por nuestras familias.

¿Cómo es eso de andar inventando cosas para hacer quedar mal a otra persona solo porque les “cae mal”?

¿Cómo es eso de andar inventando embarazos ficticios, enfermedades, amigos imaginarios, chismes y tantas otras cosas, con el solo fin de retener a un hombre?

Por Dios, ¿qué ganan con separar a una pareja que se quiere, o desprestigiar a la gente con mentiras y chismes baratos de culebrón venezolano?

A veces me dar vergüenza ajena este tipo de cosas. A veces hasta me da vergüenza ser mujer por este tipo de pelafustanas. Gracias a este tipo de escoria, las mujeres quedamos mal. Lo mismo pasa con nuestras contrapartes, los hombres. Por algo que hace uno, los metemos al mismo saco. Lo que me lleva a otro punto…No todas las personas somos iguales. Si, es obvio, pero a algunos/as les cuesta entender. A mi me costaba entenderlo, pero finalmente me di cuenta de que no porque una persona te haya hecho daño o te haya tratado de una forma determinada, otra persona “X” también lo hará y/ó ocurrirá lo mismo.

Que rabia, que impotencia, que angustia…eso y muchas otras cosas mas siento.
¿Por qué? Porque gracias a una mentirosa y mal intencionada, una persona que quiero mucho está sufriendo, lleno de miedo…mientras ella debe estar feliz de la vida, riéndose, perdiendo el tiempo y revolcándose con otro…y yo, yo también estoy sufriendo.

A veces la vida puede ser tan, pero tan injusta, que prefiero no cuestionarme nada más, porque en verdad me aburro y me caliento la cabeza…mejor lo dejo en manos de Dios, Él siempre sabe lo que hace… dicen por ahí que “como pecas, pagas”…ya las quiero ver.

miércoles, 5 de marzo de 2008

El pasado te encadena.

"El futuro nos tortura, y el pasado nos encadena.
He ahí por qué se nos escapa el presente."

(Gustave Flaubert)


¿Por qué mejor no nos olvidamos del pasado y nos permitimos ser felices con todas las oportunidades que el presente nos ofrece?

¿Por que nos preocupamos tanto de algo que ya pasó, de algo que ya cumplió su ciclo tiempo atrás, teniendo tanto en el presente por vivir?

¿Como es que nos cuesta tanto darnos cuenta de que el aquí, del ahora, del presente, es la materia prima de nuestro futuro?

Cada día, me doy cuenta de que caemos en el mismo error.

Personalmente me incluyo, pero a la vez me excluyo, ya que he ido mejorando esto con el paso del tiempo. Sin embargo, es frustrante toparme con personas que se impiden ser felices por miedo a “que pase lo mismo que antes"...el antes ya pasó!
Y si de algo nos sirve el pasado, es para mejorar nuestro futuro, y no cometer el mismo error, y crecer como personas.

Atrévete a un cambio! No quiere decir que porque antes todo salió mal, lo mismo sucederá ahora. Es normal temer, el miedo es parte del ser humano, pero somos nosotros quienes ponemos el límite.

Es por eso que desde hace un tiempo, mi lema de vida es CARPE DIEM (vive cada día como si fuera el último)

Vive el aquí, y el ahora, no dejes que tus miedos, tus fantasmas pasados, destruyan lo que estas viviendo, sintiendo y haciendo, date una oportunidad de ser feliz.



“Queda prohibido llorar sin aprender,
levantarte un día sin saber que hacer,
tener miedo a tus recuerdos.”
(Pablo Neruda)

lunes, 3 de marzo de 2008

Amor de chicos

Hace poco, mientras estábamos en la playa, a mi hermano chico le regalaron una cartita de amor una de sus pretendientes. Tanto ellas como mi hermano tienen entre 10 y 12 años. La cartita decía algo así como “Marcelo, yo te puedo demostrar que soy mucho mejor que mi amiga. Decídete por mí, porque yo te amo, te amo con todo mi corazón”.

Al leerla, me provoco una sensación de ternura inmensa.Yo no estoy pasando por el mejor de los momentos, me cuestiono todo a diario y mi sensibilidad anda a flor de piel.Me puse a conmemorar mis días de infancia, cuando tenía 11 años; cuando todavía jugaba a las muñecas y creía que existían los príncipes azules y los cuentos con final feliz podían hacerse realida...cuando era inocente, y poco sabía de maldad y de gente morbosa, cruel y sin valores.

Después de haber leído la carta y recordar me pregunto ¿Qué nos ha pasado? , ¿Qué me ha pasado a mi en particular? Cuando niños queríamos sin ataduras. Decíamos lo que pensábamos, lo que sentíamos, sin preguntarnos lo que nos pasaba. Cuando sentíamos amar a alguien, lo decíamos sin problemas. Podíamos amar más sinceramente, porque quizás no sabíamos lo que era precisamente amar.

A mis 22 años, me estoy cuestionando cada vez más que es el amor. Si, he amado. Si, creo haber sido amada.A estas alturas, para mí el “amor” son hormonas. Feromonas y Encefalinas que juegan con tu cerebro. Pero ¿tu crees que a los 11 años yo pensaba esto? Pues claro que no.Al parecer, cada vez que vamos creciendo, más va muriendo la magia de las cosas.Primero fue el viejito pascuero, después el conejito de pascua y el ratoncito de los dientes; después fue la amistad, y el amor. ¿Que seguirá después? No quiero ni imaginarlo.

Es por eso que decido volver a ser un poco como antes.Prefiero vivir en un mundo de Bilz y Pap, que vivir una realidad de mierda, aburrida y patética. Yo quiero darle magia a las cosas. Quiero volver a ser niña.

¿Por qué es que cada vez que trato de darle vida a mi propia vida, la gente me tira para abajo?
Yo quiero volver a creer en el amor, quiero volver a sentir cosquillas en el estomago, quiero sacarme fotos en pareja, dedicar canciones, que me dediquen a mi, soñar, planificar un futuro juntos.

...La pregunta es ¿Habrá alguien haya afuera que también lo este?
Yo creo que si.Si Dios es amor, y El lo creo para bien y satisfacción nuestra, no es posible que nosotros le estemos dando el significado equivocado, que seamos tan crueles y morbosos.
Seamos niños nuevamente, solo vivamos y escribamos cartitas cursis llenas de corazoncitos...Almenos así éramos más felices.




[originalmente escrito en mi otro blog]